Prohibido callar.

Publicado el 10/03/2020

A poco tiempo de habernos adentrado en la nueva década del Siglo XXI, en el extremo sur del mundo Occidental, desde nuestra cotidianidad, la realidad nos obliga a seguir conversando acerca de los derechos humanos de las mujeres.

Vivir en la era de la globalización no nos permite sumergirnos en excusas para mantenernos ajenos. Son nuestras computadoras y/o teléfonos portátiles los que con un simple “click” pueden mostrarnos la existencia de numerosas comunidades que, aún en el 2020, practican rituales o sostienen costumbres que cercenan los derechos humanos de las mujeres y generan un atasco considerable en el camino que tiene por meta la igualdad de géneros.

Si destinamos unos minutos a navegar en la web, sabremos que no es una fábula la existencia del “aborto e infanticidio selectivo de niñas” practicado en países como India, China y Vietnam; que no son un mito los dolorosos vendajes que han comprimido los pies de millones de mujeres orientales cuyas secuelas físicas aún son soportadas por las adultas mayores (pies de loto); que no es un cuento perverso la ablación de clítoris practicada sobre miles de niñas Africanas, Asiáticas y de Medio Oriente; que no son ficción las humillantes y cruentas estrategias tendientes a asegurar la virginidad de las mujeres antes del matrimonio, como por ejemplo la “infibulación” (es la sutura de los labios mayores de la vagina) realizada en algunas tribus de Sudáfrica; y que mucho menos son ensayos teatrales los relatos de los miles de “crímenes de honor” ejecutados anualmente en India, Pakistan y Cisjordania, entre otros países, con motivo de presuntas “deshonras familiares” endilgadas a mujeres que posiblemente solo intentaban apartarse de las opresiones que padecían en sus entornos más íntimos.-

Al nutrirnos de esta información, puede que la primera impresión que tengamos sea que, en algunos sectores del mundo, el detrimento de la “condición de iguales” de las mujeres con relación a los hombres, sea mucho más evidente que en nuestra amada República, pero por más acertado que ello pudiera ser, no debe nublarnos la visión sobre la situación de las mujeres argentinas.-

Las mujeres habitantes de éste suelo, también hemos sido y somos (aunque ahora en menor número, en comparación con el que fuimos algún tiempo atrás) cautivas de una cultura patriarcal que nos impidió (y, correlativamente, nos impide aún) ejercer en plenitud los derechos humanos que nos pertenecen.

Hoy sabemos de la existencia de mujeres altamente capacitadas que luchan por acceder a puestos de trabajo en niveles gerenciales y son desconsideradas en la selección de personal únicamente en razón de su género; de mujeres que con esfuerzo lograron acceder al mundo estudiantil o laboral y que, como consecuencia de ello, deben acarrear, al llegar a sus casas, con una extenuante doble jornada de trabajo ya que siguen siendo las únicas socialmente asignadas para la realización de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos; de mujeres que padecieron en el último año algún episodio de acoso callejero, de mujeres que han sido abusadas sexualmente; de mujeres que padecen episodios reiterados de violencia de género en alguna de sus variantes por parte de algún hombre; y de mujeres que han sido asesinadas por quienes decían amarlas.-

Muchas de estas mujeres son (o fueron) Argentinas.

Asumir la existencia de este flagelo, y terminar con la discriminación contra las mujeres es la base para erradicar la violencia contra ellas y es la condición indispensable para que las mismas puedan desarrollarse individual y socialmente, como así también para que puedan tener asegurada la plena e igualitaria participación en todas las esferas de la vida.-

El camino a transitar no es sencillo pero la visibilización de la realidad es el punto de partida. Recorrerlo practicando la sororidad y construyendo las nuevas masculinidades, es la clave.-



Florencia Belloc, Fiscal del Ministerio Público de Lomas de Zamora (U.F.I. y J. N°1 de Ezeiza).-

Claudia Sanchez, Ayudante Fiscal especializada en la Temática de Violencia de Género y Familiar del Ministerio Público Fiscal de Lomas de Zamora).-



MULTIMEDIA VINCULADA


Para seguir leyendo

MÁS CONTENIDOS INTERESANTES

Powered by Plantheo