El día después
Publicado el 03/08/2020
Es hora de reinventar las ciudades del mundo con la vista puesta en sistemas de salud totalmente equipados, una infraestructura digital de vanguardia y proteger el medio ambiente entendiendo de una vez por todas que es nuestro hogar en primer lugar en sí.
Nuestras ciudades no serán las mismas después del COVID-19, tampoco debieran serlo. La falta de hospitales llevó a una frenética y costosa carrera para construirlos en sitios que no fueron diseñados pensando en la salud, yendo a contra reloj y en muchos países cobro varias vidas por no contar con respiradores y lugares físicos para una inmediata atención ante una emergencia sanitaria.
Tomar la experiencia de la limpieza y desinfección como hábitos normales en nuestras vidas, sobre todo en lugares de tráfico continuo, cuidando nuestra salud y la de los demás, construyendo un mundo más limpio, no tan solo en lo sanitario, sino también para el planeta.
Una de las cosas positivas de un problema tan drástico en sí, es la recuperación inmediata del medio ambiente, los canales de Venecia en Italia estaban transparentes, los animales en el Centro de India caminaban libres en las calles como las aves posaban tranquilas en las veredas de las grandes ciudades, sin contar la mejora inmediata del ozono. No es un caso menor tomar conciencia de la contaminación ambiental, miles y miles de vehículos expulsan dióxido de carbono cada día y de modo continuo, siendo esto potencialmente grave para el mundo.
También tenemos que ocuparnos de los problemas en la infraestructura digital. En estos meses de cuarentena colapsaron redes sociales de comunicación en línea como Zoom, una de las más usadas para la actividad escolar como para las reuniones de trabajo. Deberíamos priorizar como prepararnos para otra pandemia, ya que no estamos libres que vuelva a ocurrir. Poner en primer lugar la medicina, la educación y el trabajo como preparación para esto.
No dejamos para nada de lado lo financiero, lo cual no tan solo empeoro, sino que no se sabe cómo va a emerger, cuando deban abrir sus puertas los puestos de trabajo, las grandes empresas de forma habitual, entonces, ¿con que nos encontraremos? Seguramente con nada satisfactorio ni prometedor, pero debemos tener en cuenta que la raza humana, paso a lo largo de la historia, por guerras, pandemias, hambrunas, pudiendo salir adelante y recuperándose favorablemente con mas fuerzas que nunca y con proyección positiva para el trabajo.
Los lazos humanos crecieron y se intensificaron al no poder tener un abrazo, una reunión familiar, un festejo, un cumpleaños. Son infinitos los sentimientos a lo largo de esta pandemia, sin contar cuantos familiares no pudieron despedir a su ser querido.
El día después…
Nos debe encontrar más fuertes en lo humano, valorando al otro, disfrutando un abrazo, un encuentro, un beso.
Nos debe encontrar con prioridades diferentes, en primer lugar, un centro de salud equipado, luego un estadio de fútbol.
Nos debe hacer más trabajadores, con ganas, fuerzas y menos reclamos y oportunismos.
Nos debe hacer mejores habitantes de este mundo, sabiendo que el planeta es uno y debemos cuidarlo y cuidarnos entre todos.
Por Patricia Dulcich
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